El HClO es una opción segura como un desinfectante en veterinarias ya que no afecta la salud de médicos veterinarios o animales.
Los centros sanitarios, sean del tipo que sean, necesitan un cuidado especial aunque eso sí, dependiendo de la actividad que se desarrolle en ellos deberá seguirse un protocolo de actuación u otro distinto.
Lo primero que es necesario comentar es que la limpieza en clínicas veterinarias debe realizarse a diario, así como en clínicas dentales o cualquier otro lugar en el que se atiendan pacientes cada día. En este caso los pacientes son mascotas que, por sus propias características y formas de vida, pueden llevar a la clínica ciertos tipos de microorganismos que no son tan comunes de ver en entornos donde solo transitan humanos. En este sentido la desinfección y la esterilización son la clave.
En esta limpieza, que se debe realizar a diario, se contempla el tratado de los suelos. Hay que pasarles un cepillo y un trapo con agentes desinfectantes.
La ventilación es otro punto clave ya que en la clínica pueden quedar malos olores después del desarrollo normal de la actividad. Aparte de la ventilación, también es posible recurrir a ambientadores que suavicen y eliminen estos olores.
Un lugar clave que hay que tratar es la mesa donde se trata a los animales que suele ser donde se realizan las operaciones y también los partos. Para tratarla adecuadamente es necesario usar desinfectantes y bactericidas.
Los utensilios de trabajo también son un punto clave: deben ser sumergidos en una solución bactericida cada día al menos durante un periodo de 10 minutos. Después de esto hay que conseguir la esterilización para garantizar que estarán en perfecto estado para el siguiente uso.
Los lugares en los que residen los animales: jaulas, trasportines, etcétera, deben ser tratados también con bactericidas de manera periódica, a ser posible siempre después de que un animal salga de ella ya que así, el siguiente animal que use la estancia no tendrá riesgo de contraer alguna infección provocada por microorganismos que quedaron allí del huésped anterior.
Los utensilios de trabajo también son un punto clave: deben ser sumergidos en una solución bactericida cada día al menos durante un periodo de 10 minutos. En esto el ácido hipocloroso HClO representa una excelente opción de desinfectante para veterinarias, siendo de gran ayuda como agente antimicrobiano, ya que mata virus de todo tipo sin afectar la salud de los médicos veterinarios o los animales.
En situaciones donde el instrumental ha entrado en contacto con las superficies y necesita ser usado de nuevo y no se cuenta con el tiempo para la esterilización, se recurre a la desinfección. Por esto al someter el instrumental o equipo a este proceso debe tenerse en cuenta las propiedades de los desinfectantes. Estos deben cumplir con características tales como amplio espectro antimicrobiano, no causar irritación ni al paciente ni a la superficie de contacto, no causar corrosión y tener estabilidad tanto en su concentración como en su dilución.
El agua electrolizada HClO como desinfectante en veterinarias representa una opción viable y segura ya que puede ser considerada como un desinfectante de alto nivel y que puede eliminar incluso las esporas (cuerpo microscópico que se forma con fines de dispersión y supervivencia en condiciones adversas) en pequeños lapsos de
10 minutos.
A su vez, al ser producida con un pH neutro (7.0) no causa corrosividad en el material quirúrgico; de la misma forma, los glóbulos blancos del cuerpo humano la producen en pequeñas cantidades por lo cual no representa un riesgo de citotoxicidad ni irritabilidad ya que es endógena de nuestro sistema inmunológico.
Después de esto hay que conseguir la esterilización para garantizar que estarán en perfecto estado para el siguiente uso.
El protocolo correcto a seguir para asegurar la higiene de clínicas veterinarias comienza con la limpieza de todos los espacios (recepción, sala de operaciones, estancias, etcétera) donde puede usar se el HClO como desinfectante en veterinarias, y luego con la desinfección de los puntos clave que suelen ser especialmente los lugares en los que se quedan los animales mientras se recuperan o son tratados y la sala de operaciones.