El HClO reacciona con bacterias presentes en la alberca
El uso recreativo del agua en las piscinas debe ir acompañado de un cuidadoso control de su higiene y desinfección, de acuerdo con la normativa vigente. El ácido hipocloroso HClO reacciona con las bacterias, virus, protozoo, algas presentes en el agua de una alberca y los matará o eliminará.
La presencia de microorganismos nocivos, algas, o desequilibrios químicos del agua pueden dañar la salud de los usuarios de la piscina, por lo que es importante una correcta aplicación tanto de desinfectante como de sustancias correctoras del pH del agua.
La desinfección continua del agua de la piscina es necesaria por dos motivos. El primero es la higiene; el desinfectante destruye virus, bacterias, parásitos, etc. y elimina el riesgo de contaminación. Y el segundo motivo es la seguridad, al desinfectar se impide el crecimiento de algas y se mantiene el agua limpia. El agua sin desinfectante se deteriora rápidamente por la proliferación de algas y bacterias, aunque la piscina no se utilice.
Antes de iniciar cualquier tratamiento en una piscina, es necesario conocer su capacidad para poder calcular exactamente las dosis de productos químicos que se deben agregar al agua.
Desinfección del agua con cloro
Los productos clorados son las sustancias que se utilizan con mayor frecuencia en el tratamiento del agua de las piscinas, debido a su alto poder desinfectante. Todos ellos producen ácido hipocloroso (HClO) al reaccionar con el agua. El ácido hipocloroso es un ácido débil que se disocia a hipoclorito (ClO-) en el agua según el valor del pH del agua. La suma de estas 2 formas del cloro constituye lo que se llama el cloro libre, que es forma que posee el mayor poder desinfectante y oxidante.
La cualidad desinfectante del cloro es debida a su capacidad para oxidar la materia orgánica con la que entra en contacto, ya sean elementos vivos (gérmenes, algas) o inanimados (amoniaco, urea, etc). En este proceso, la molécula del cloro se transforma y pierde su poder oxidante. Al cloro resultante de la combinación del cloro con el amoniaco y la materia orgánica que contiene el agua se le llama cloro combinado. Esta forma tiene un poder desinfectante muy bajo y su presencia causa irritaciones y malos olores. Por último, la suma del cloro libre y el cloro combinado constituye el cloro total.
La importancia del pH del agua y su relación con el cloro
Además de la correcta dosificación y aplicación del biocida, para conseguir una piscina limpia y químicamente equilibrada hay que controlar un parámetro que incide sobre efectividad del cloro: el pH del agua.
El pH del agua es un valor muy a tener en cuenta en la piscina, ya que la acción del cloro depende directamente de él. El pH nos indica el grado de acidez del agua, con valores que van del cero (el valor más ácido) al 14 (el más alcalino). El RD 742/2013 establece para el pH un valor paramétrico comprendido entre 7,2 y 8,0.
Desajustes en los pHs producen una serie de efectos negativos, tanto para los usuarios de la piscina como para la instalación. Un pH bajo provoca irritación de ojos y mucosas, corrosión de los materiales de metal, deteroro del vaso y un uso excesivo de desinfectante.
Por otra parte, un pH alto provoca irritaciones de ojos y mucosas, destrucción de la capa natural protectora de la piel, turbidez en el agua, disminución del efecto de desinfección y precipitación de cal en el agua con formación de incrustaciones.
En las aguas con un pH alto, la mayor parte del ácido hipocloroso (cloro activo) se convierte en ión hipoclorito (cloro potencial), una forma de cloro con muy bajo poder desinfectante. Por lo que es importante mantener un valor de pH adecuado para obtener una desinfección eficiente.
En las aguas con un pH básico, disminuye el porcentaje de ácido hipocloroso, y aumenta el del ión hipoclorito con un poder oxidante inferior, de manera que disminuye el poder desinfectante.
Dado que la cantidad de cloro a aplicar en el agua está muy condicionada por el valor de pH del agua, se recomienda conseguir un nivel óptimo de pH antes de clorar. El pH del agua puede modificarse por la adición de sustancias ácidas o básicas (correctoras de pH).
Limpieza del Agua
El HClO reacciona con organismos y bacterias presentes en el agua de una alberca y los mata. Estamos particularmente interesados en matar aquellos que pudieran causar enfermedad al nadador. Típicamente, poquito de cloro en la piscina es necesario para matar los microorganismos. Con la excepción de algunos organismos de protozoo (Cryptosporidium, Giardia, Cyclospora), la mayoría de los organismos serán matados en niveles muy bajos de cloro en períodos muy breves de tiempo (segundos a 1-2 minutos)
El ácido hipocloroso HClO reacciona con las bacterias, virus, protozoo, algas presentes en el agua de una alberca y los matará o eliminará.
También reacciona con los aceites y grasas, hojas, bacteria muerta, partículas de la piel y otros contaminantes orgánicos, para “oxidar” (desglose o consumo de materiales orgánicos) y eliminarlo del agua.
El proceso de oxidación puede ser comparado con un montón de hojas quemadas. No se queman rápidamente y crean mucho humo. Si ponemos una caja encima del montón de hojas, la caja se llenará con humo, y ya que el fuego no puede tener aire fresco, el fuego se extinguirá.
Un proceso candente similar en la piscina, creando un producto derivado del gas (nitrógeno de tricloro – una forma de cloro combinado o cloromino) esto es irritante como humo causando ojos rojos irritados, tos, e irritación de nariz y garganta.
En la mayoría de piscinas al aire libre el humo essoplado y con mucho aire fresco, la oxidación puede continuar, así que encontramos pocos problemas con clorominos o cloro combinado.
Las piscinas bajo techo, como el montón de hojas con la caja por encima, atrapa el “humo” causando incomodidad al nadador, y la falta de aire fresco causa que la oxidación pare antes de que todo esté oxidado. Muchas veces es casi imposible deshacerse de todo el cloro combinado en una piscina bajo techo.
Es muy importante tener mucho aire fresco dentro del área de la piscina abriendo ventanas y puertas y aumentando abanicos que soplen a través del agua.